Una cierva, llamada Vera, que nació en mayo del pasado año y fue recogida por unos excursionistas se ha incluido en la manada de ciervos que viven en el foso del Castillo de San Pedro de Jaca.
Con este ejemplar son 8 machos y 10 hembras los que pueden contemplarse desde los glacis de éste monumento local.
Los excursionistas la entregaron al centro de recuperación de fauna silvestre de Pastriz donde ha sido criada hasta que ha alcanzado una edad aconsejada para su suelta en la Ciudadela.
Hace unos años, esta institución, ya cedió a la Ciudadela otro ejemplar hembra llamada Lev, que todavía vive y que siendo el animal más sociable de la manada y acostumbrada al trato con humanos fue la primera en dar la bienvenida a la recien llegada.
Los ciervos de la Ciudadela se han convertido en un atractivo turístico más de la ciudad, pudiendo verse allí desde el 19 de marzo de 1973 fecha de la primera suelta de dos hembras y un macho en dicho foso que fueron traídos en aquella ocasión desde la reserva existente en Madrid.
Con esta nueva cría se espera al mismo tiempo renovar la genética reproductiva de esta manada que anualmente suele procrear entre uno y tres cervatillos.
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