Angel Orensanz pide que su obra vuelva a ser colocada en la plaza Biscós de Jaca
Lamenta que su protesta no fuera escuchada
El escultor Ángel Orensanz pide que su obra Monumento a la Jacetania vuelva a ser colocada en el lugar para el que fue concebida, la plaza de Biscós de Jaca, de donde fue sacada a causa de la construcción de un aparcamiento subterráneo.
Ahora que este aparcamiento está concluido, el artista entiende que la escultura “debe volver a colocarse en esta plaza, quizás con el cambio de que tenga la mirada hacia Oroel, ya que durante tantos años ha estado mirando hacia la frontera”.
Orensanz explica que el lugar en el que el Monumento a la Jacetania ha sido instalado, uno de los extremos del paseo de la Cantera, resta valor a la obra “porque no es éste el emplazamiento para el que fue creada.
Esto es muy grave, ya que demuestra que se está jugando con la propiedad intelectual, algo inadmisible”.
A esta queja añade su disgusto “por cómo ha sido tratada la escultura: han perdido piezas y lo que dicen que ha sido una restauración en realidad ha sido pintarla de un lado a otro”.
Lamenta que su protesta ante el Ayuntamiento no fuera escuchada, pero confía en que la nueva propuesta sí lo sea. “Estoy convencido de que la escultura puede volver a colocarse sin problemas. Sólo es cuestión de que se quiera hacer”, afirma.
El Monumento a la Jacetania, una obra de 7 metros de altura y 2.500 kilos de peso, fue colocado en el extremo del paseo de la Cantera donde antes estuvieron las antiguas piscinas, a mediados de septiembre del año pasado.
Un año antes, y con la obra ya quitada de la plaza de Biscós, Orensanz dirigió al Ayuntamiento un requerimiento por vía administrativa en el que expresaba su “total oposición” al cambio de ubicación, amparándose en que la Ley de Propiedad Intelectual de 1996 recoge que corresponde al autor “exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación, modificación, alteración o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos intereses o menoscabo a su reputación”.
Hay que recordar que la obra, instalada en 1969 en medio de una gran expectación por haber requerido maquinaria pesada, había sido encargada por el entonces alcalde Armando Abadía para la plaza de Biscós y estaba orientada hacia el barrio Norte, que entonces iniciaba su crecimiento.
En noviembre de 2005 fue quitada de este lugar y llevada a un almacén para su restauración. La decisión municipal del cambio de emplazamiento suscitó las críticas del Partido Popular así como críticas ciudadanas y de la Asociación Sancho Ramírez.
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