El Área de Deportes del Ayuntamiento de Jaca está dispuesta a replantear el modelo de gestión del nuevo Centro de Piscinas, Spa y Fitness Municipal y atender las opiniones de los usuarios, siempre con el objetivo de mantener la calidad, lo que implica una limitación de plazas por actividad. Con ello responde a la petición de cerca de un centenar de usuarios de algunos cambios para dar cabida a toda la demanda.
El concejal de Deportes, Juan David Vila, afirma en un escrito de réplica a la información aparecida ayer en este periódico, que la gestión del nuevo Centro “no es fruto de la improvisación”, sino que responde a estudios previos, aunque éstos no sean infalibles.
“El modelo elegido es el que funciona en centros similares, si bien lo habitual es que sean centros privados los que ofrecen estos servicios”, señala, y subraya que en la provincia de Huesca, el de Jaca es “el primer centro municipal de estas características y con esta oferta”.
Cabe recordar que se trata de una instalación de gestión municipal en la que se ha contratado a una empresa especializada para la realización de actividades.
“Éramos conscientes que la implantación de un nuevo sistema generaría polémica y opiniones diversas, ya que a veces los cambios requieren un tiempo de adaptación, pero la reiterada demanda por parte de los usuarios, expresada de igual forma en este medio de comunicación, nos ha llevado a replantear el modelo y por ello ya se está trabajando con los técnicos de las actividades, la empresa Hydra”, comenta Vila, y añade que se cuenta con la opinión del público “para volver al sistema tradicional, donde cada usuario sólo pagará por la función de los usos máximos registrados de forma puntual sino atendiendo a unos criterios de sostenibilidad, racionalidad y optimización de la inversión en relación a la población, número de instalaciones y ubicación, o previsión de uso”.
El edil reconoce que cuando la demanda supera las plazas disponibles y hay que hacer un sorteo, se genera malestar porque todos los usuarios tienen derecho a estas actividades.
La idea era que, dado que la instalación “planteaba una oferta de servicios simultáneos”, en caso de no haber plaza en una actividad se pudiera disponer de otra.
“Es lógico que cada usuario, cada ciudadano, tenga una opinión al respecto, y es entendible que cada persona aspire a que sus preferencias individuales sean atendidas”.
Como siempre los dirigentes se defienden y los que sufren la mala gestión y pagan un mal servicio son los ciudadanos.
Esperemos que se pueda llegar a una solución que beneficie al ciudadano.
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